Guía completa para propagar, cultivar y cuidar los Claveles

El Dianthus caryophyllus, conocido como Clavel o Clavel Rosa, pertenece a la familia Caryophyllaceae. Esta planta es originaria del Mediterráneo y se cultiva por sus flores. Nada mejor para cualquier ocasión que un ramo de claveles. Esos pétalos con volantes son tan encantadores y, sí, dan lugar a preciosos arreglos florales con su fragancia especiada. En este artículo veremos cómo propagar, cultivar Clavel y sus cuidados.

Datos básicos

• Nombre botánico: Dianthus caryophyllus
• Nombre común: Clavel, Clavel Rosa, clavel de frontera
• Tipo de planta: Herbácea perenne
• Originaria de: Mediterráneo
• Floración: Primavera, verano (amarillo, naranja, rosa, púrpura/lavanda, rojo/burdeos, variegado, blanco)
• Tamaño máximo: Entre 15 y 20 cm de altura
• Requisitos de riego: Dejar secar la tierra entre riegos
• Necesidades de luz: Pleno sol, sombra parcial
• Humedad preferida: 70-75 %
• Temperatura preferida: Temperatura fresca (10 a 25 C)
• Medio de cultivo: Tierra rica en compost y con buen drenaje
• Método de propagación: Semillas, esquejes y división
• Toxicidad: Baja toxicidad en las hojas

Cómo propagar Claveles

La buena noticia es que puedes propagar tus Claveles a partir de semillas, esquejes o división.

Cultivar Clavel a partir de semillas

La época ideal para comenzar a cultivar clavel a partir de semillas es en primavera, cuando haya pasado el riesgo de heladas.

Para cultivar las semillas, necesitas un suelo rico en nutrientes que drene bien, realizado hasta ocho semanas antes de la última helada de la región.

A continuación, para plantar en interior, esparce las semillas por encima, cúbrelas con una capa de tierra para macetas y riega suavemente hasta mojar bien toda la tierra.

Luego, cubre la maceta con una bolsa de plástico trasparente y guárdala en un lugar cálido manteniendo la tierra húmeda.

Cuando veas que tienen dos o tres hojas, puedes trasladar las plantas a su maceta, pero sólo cuando tengan unos cinco centímetros de altura.

También puedes sembrar las semillas directamente en el exterior a una profundidad de 1 cm pulgada después de que pasen las heladas. Al igual que con las plantas de interior, debes mantener la tierra húmeda, y una vez que alcancen cinco centímetros de altura, puedes entresacarlas, colocándolas a 15 o 20 cm de distancia.

Cultivar Clavel partir de esquejes

Puedes cortar los esquejes de la planta madre a fínales del verano, después de haber florecido durante toda una temporada. El esqueje debe medir unos cinco centímetros aproximadamente y no debe tener flores.

Coge una maceta pequeña con un poco de con tierra húmeda para macetas. Sumerge el extremo del esqueje en una hormona de enraizamiento (opcional) y plántalo en el suelo con un nudo debajo de la tierra, a una profundidad de unos 2 cm.

Coloca el esqueje en un lugar soleado y mantén la tierra húmeda. En cuanto veas que crecen nuevas hojas, lo que debería tardar un mes, puedes trasplantar tu clavel y cuidarlo.

Cultivar Clavel partir de división

Sí, incluso puedes revivir tus viejos claveles dividiendo los segmentos para crear múltiples plantas. Para ello, desentierra el macizo y sepáralo con la mano.

Vuelve a plantarlos como harías con tus plantas anuales o perennes. Puedes hacerlo cada tres años para mantenerlos sanos.

Cómo cultivar Claveles

Tipo de suelo para cultivar Clavel

Bien, si tienes una planta de clavel de interior o planeas cultivarlas al aire libre, necesitas un suelo ligeramente alcalino y con buen drenaje.

Para el cultivo en exterior de plantas jóvenes, asegúrate de que tengan un suelo rico en nutrientes. Por ejemplo, puedes cultivar claveles en suelo arenoso con un poco de musgo de turba o compost de jardín para que la tierra pierda nutrientes.

Puedes añadir ingredientes orgánicos para ayudar con el drenaje, ya que las variedades perennes son vulnerables a la pudrición de la raíz incluso cuando se cultivan como plantas de interior. Añadir mantillo sobre el suelo también ayuda a suprimir las malas hierbas.

Cuando se plantan en parterres de jardín, se les puede dar un impulso utilizando un alimento inicial granulado o un fertilizante equilibrado multiuso como el 12-12-12.

Iluminación ideal para el clavel

Una de las ventajas de los claveles es que todas prefieren estar a pleno sol durante al menos seis horas al día.

Tanto si cultivas tus claveles en flor como anuales o perennes en el exterior o en el interior, necesitan el sol para florecer.

Puedes proporcionar a tus nuevas plantas luz brillante y sombra parcial por la tarde. Sin embargo, aunque tus claveles pueden tolerar la sombra parcial, descubrirás que pueden tener menos flores.

Riego

Las plantas nuevas deben regarse a diario al principio y, dependiendo del tipo de suelo y del clima, puedes ajustar el riego a cada tres días.

Si tu clavel crece en suelo arcilloso, retendrá la humedad durante más tiempo y necesitará menos riego. Además, proporciona agua a tu planta en la zona de las raíces y no en toda la planta.

Preferiblemente, cuando cultives claveles, no encharques el suelo y riega cuando notes que los cinco centímetros superiores del suelo están secos para evitar que se pudran las raíces.

Temperatura

Los claveles pueden tolerar una helada ligera, pero no heladas severas en comparación con otras plantas.

Si las temperaturas descienden por debajo de los 4°C, puedes cubrir tus plantas de exterior con una manta antiheladas. También descubrirás que estas plantas entran en letargo con temperaturas cálidas superiores a 30°C.

Abono

Los claveles no necesitan mucha alimentación y se alimentan poco. Puedes proporcionarles un fertilizante líquido cada seis semanas durante la temporada de crecimiento como plantas en maceta.

Si se cultivan en el exterior, puedes añadirles una palada de abono orgánico una vez al año para mantenerlas nutridas. También puedes utilizar un abono de liberación lenta en primavera.

Cuidados del Clavel

Poda

Para aumentar la repetición de la floración, es útil mantener el clavel ordenado y podarlo adecuadamente. Además, puedes quitar la cabeza a las flores marchitas, sobre todo en las variedades de floración repetida.

Durante el año, puedes eliminar las hojas y los tallos enfermos o dañados. Luego, cuando llegue el otoño, poda las plantas dejando unos cinco centímetros de tallo por encima del suelo en el exterior.

Al recortar la flor muerta, ayuda a prevenir la formación de semillas. También ayuda a fomentar la floración adicional.

Enfermedades y plagas

La historia del clavel es rica y se trata de una flor cultivada desde hace mucho tiempo. Aun así, también puede volverse vulnerable a plagas y enfermedades.

Enfermedades

Marchitez por Fusarium: Esta enfermedad se produce cuando el patógeno Fusarium entra en tu clavel, haciendo que sus brotes se marchiten lentamente. A continuación, las hojas se decoloran y el verde se vuelve amarillo pálido.

Los tallos se parten a medida que la enfermedad se extiende, mostrando estrías marrones en el tejido vascular y podredumbre del tallo de la raíz.

La enfermedad es el resultado de la exposición a altas temperaturas durante mucho tiempo, y lo mejor es eliminar cualquier follaje enfermo.

Roya y oídio: Tu clavel también puede contraer Roya causada por una mala ventilación. Puedes eliminar las hojas infectadas con una marca pardusca y tratar con oxicloruro de cobre.

Otra preocupación es el Oídio que se forma en las hojas debido a las condiciones de alta humedad. Destruye el follaje infectado y trátalo con fungicida benomilo con suficiente ventilación.

Plagas

Sí, tus hermosas flores pueden convertirse en el refugio de pulgones, arañas rojas y moscas blancas.

Para evitar que esto ocurra, puedes controlarlo con un pulverizador de agua jabonosa y plantarlos con follaje acompañante como el ajo. O puedes rociar tus claveles con té de ajo en caso de infestación grande.