Descubre las enfermedades más comunes que pueden afectar a los cerezos y aprende cómo prevenirlas. ¡Protege tus plantas y maximiza su producción!
Las enfermedades del cerezo puede afectar severamente la producción de la planta e incluso poner en riesgo la vida misma del ejemplar.
En este artículo te detallo cuáles son las afecciones más frecuentes que suele sufrir el cerezo para que puestas estar alerta e incluso prevenir la infección.
Enfermedades comunes del cerezo
Agallas de la corona
Esta afección es generada por una bacteria, la Agrobacterium tumefaciens, que se encuentra en el suelo ligada a la rizósfera de plantas hospedadoras o en las agallas de plantas jóvenes que sirven de agente inoculante.
Esta bacteria es diseminada por el agua de lluvia, movimientos del sustrato cuando se procede a sembrar, etc. ingresa a la planta por heridas abiertas causadas de forma mecánica o por insectos y nematodos.
La planta de cerezo enferma deja de crecer y pierde fuerza, desarrolla agallas y tumores tanto en raíces como en la corona.
La prevención es fundamental, por eso es conveniente aplicar bactericida en las raíces antes de plantar el cerezo y desinfectar todas las herramientas antes de utilizarlas. Cuando la enfermedad está presente, se han de extirpar por completo las agallas.
Cáncer Bacterial
Esta afección es generada por la bacteria Pseudomonas syringae pv. Syringae, afecta la parte aérea de la planta y forma heridas muy profundas (cáncros) sobre el tronco, las ramas madres y las más delgadas.
También puede generar necrosis de las ramas o del árbol completo, y suele verse una especie de goma sobre el tejido afectado.
La bacteria es diseminada por el agua de lluvia, e ingresa en la planta a través de las estomas y las lenticelas o por heridas que quedan tras la caída de las hojas en el otoño.
En caso de no poder controlar la afección, se deben eliminar las ramas e incluso el cerezo enfermo para evitar la propagación.
Pudrición de cuello y raíces
Es una enfermedad frecuente que se genera por el hongo Phytophtora spp., el que naturalmente se haya en el suelo y penetra en la planta por heridas en las raíces.
Cuando el ejemplar está infectado se percibe una brotación lenta, menor crecimiento y poca fortaleza. Paralelamente se puede apreciar una clorosis moderada y la posterior muerte de las ramas.
Los frutos tienen de pudrirse, se necrosan y se pudren las raíces, también aparecen cancros en el cuello del árbol y en la corona como una formación muy escasa de raíces secundarias, pudrición y ennegrecimiento de la raíz.
Este hongo se combate con Fosetil-Al en el sustrato y mediante la inoculación de Trichoderma sp., el que impide el crecimiento de Phytophtora sp.
Tizón de la flor
Esta enfermedad es consecuencia de una infección por el hongo Monilinia laxa, patógeno que se hospeda en frutos y ramas muertas.
Se dispersa por el viento y por la salpicadura de la lluvia. Cuando llega la primavera genera el tizón en las flores y se propaga por las ramas haciendo que mueran. Si hay mucha humedad es posible percibir masas de esporas de color marrón grisáceo sobre las flores infectadas.
En los frutos del cerezo ocasiona una podredumbre circular amarronada que se expande velozmente hasta literalmente “momificarlo”.
El control de esta plaga se realiza mediante el uso de fungicidas cúpricos.
Pudrición o moho gris
Es generada por el hongo Botrytis cinérea, se dispersa en forma de conidias a través del viento y puede ingresar a la planta por las heridas que posea.
Es una enfermedad que ataca principalmente al fruto, generando su pudrición. Su control se realiza mediante fungicidas a base de cobre.
Plateado del cerezo
Es una alteración que se genera por colonización del hongo Chondrostereum purpureum.
Una vez que se instala en la planta, las hojas comienzan na verse de color plateado, sus bordes se curvan, necrosan y mueren. Posteriormente la rama va pereciendo poco a poco.
El hongo es diseminado por el viento y, al igual que los anteriores, penetra en el organismo del cerezo por medio de heridas abiertas.
Fuente: Plantamus
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Conclusión
Las enfermedades del cerezo pueden tener un impacto significativo en la salud y producción de la planta. Es importante estar alerta y tomar medidas preventivas para evitar la infección. Algunas de las enfermedades más comunes del cerezo incluyen las agallas de la corona, el cáncer bacterial, la pudrición de cuello y raíces, el tizón de la flor, la pudrición o moho gris, y el plateado del cerezo. Cada una de estas enfermedades requiere un enfoque de control específico, como la aplicación de bactericidas, fungicidas cúpricos y la desinfección de herramientas. Trabajar en la prevención y el control de estas enfermedades garantizará la salud y la fructificación adecuada de los cerezos.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Cuáles son las enfermedades más comunes del cerezo?
Las enfermedades más comunes del cerezo incluyen las agallas de la corona, el cáncer bacterial, la pudrición de cuello y raíces, el tizón de la flor, la pudrición o moho gris y el plateado del cerezo.
¿Cómo se propagan las enfermedades del cerezo?
Las enfermedades del cerezo se propagan a través de bacterias, hongos y otros patógenos que ingresan en la planta a través de heridas abiertas causadas por insectos, nematodos o factores ambientales, como el agua de lluvia.
¿Cuáles son las medidas de control para las enfermedades del cerezo?
Las medidas de control para las enfermedades del cerezo pueden incluir la aplicación de bactericidas, fungicidas cúpricos y la desinfección de herramientas. También es importante trabajar en la prevención, como aplicar tratamientos antes de plantar el cerezo y desinfectar las herramientas utilizadas.
¿Cómo prevenir las enfermedades del cerezo?
Para prevenir las enfermedades del cerezo, se recomienda aplicar bactericida en las raíces antes de plantar el cerezo, desinfectar las herramientas y trabajar en buenas prácticas de cultivo, como no dejar heridas abiertas en la planta y mantener un buen drenaje del suelo.
¿Qué hacer si mi cerezo está infectado con alguna enfermedad?
Si tu cerezo está infectado con alguna enfermedad, es importante tomar medidas de control específicas según la enfermedad. Esto puede incluir la extirpación de agallas, la eliminación de ramas o incluso la eliminación del cerezo enfermo para evitar la propagación.
